lunes, 29 de agosto de 2011

Como dos niños. Como críos que aprenden, descubren, andan y tropiezan. Aprendemos de los errores, descubrimos cosas, unas buenas, otras, no tanto, y continuamos el viaje juntos. Con baches que nos hacen tropezar pero siempre con una mano que tira de la nuestra para decir: ¡arriba! y a seguir. Como todo lo nuevo, la ilusión y el optimismo bañan el comienzo, y poco a poco, las cosas se vuelven diferentes, y no peores, sino, tan solo diferentes. Nos adaptamos a ese cambio y lucharmos por poner la gota de color a cada día.

martes, 2 de agosto de 2011


Lo rico, engorda. Lo bonito es lo más caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si ha sido buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…



Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar

.


Me da miedo el punto muerto y la marcha atrás. Vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y los ciego-guía de los semáforos. Me arruinan las prisas y las faltas de espíritu, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recta. Me enervan los que no tienen dudas, y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido.
Parado frente al mar, mientras el mundo gira.